Érase una vez en un
pueblo lejano donde todos eran animales. Allí vivía Nita que era una
oveja. Tenía los ojos grandes, nariz pequeña y boca pequeña. Le gustaba
correr y saltar. Un día Nita jugaba con otros animales que eran sus amigos: la gallina, el caballo, la vaca y el cerdo. Un buen día de sol
claro, Nita dijo: A la noche siguiente, Nita se escapó saltando la valla y empezó a andar. Atravesó bosques inmensos, pero en
un momento Nita se paró y dijo:
Nita se puso a llorar desconsoladamente. Al día siguiente Nita buscaba y
buscaba pero no encontraba nada. Uno, dos, tres y cuatro días Nita
estuvo perdida y al quinto día Nita encontró el camino y llegó a su
pueblo y vivió feliz para siempre. |
|
Helena González |