SENTIMIENTOS "RENTABLES"

 
Admiración y gratitud

Hay algunos sentimientos necesarios para la realización del gran proyecto humano.

La admiración

Es el sentimiento que experimentamos al ver algo extraordinario por su belleza, bondad o calidad.

Todos debemos admirar a las personalidades que han hecho bien a la humanidad -los científicos, los artistas, los pensadores, los médicos, los políticos, los que han participado en las movilizaciones  sociales que han conseguido cosas justas, los que han hecho algo bueno por los demás-, y tenemos una deuda de gratitud con ellas.

La gratitud

Es el sentimiento por el que apreciamos y valoramos un favor o un beneficio que hemos recibido de alguien.

En efecto, la ingratitud, que consiste en no sentir agradecimiento por quien nos ayuda, o en no valorar la ayuda o el favor recibido, es un sentimiento injusto, porque es incapaz de reconocer las cosas buenas. Si dejamos algo a un amigo nuestro, ¿no nos gusta que nos dé las gracias o que nos diga que está contento por el favor que le hemos hecho?

Para merecer gratitud, hay que hacer los favores con generosidad, sin esperar recompensa, y sin humillar a quien lo recibe porque en este caso puede provocarse resentimiento, que es lo que experimenta una persona que se siente maltratada, y siente hostilidad contenida hacia el que considera culpable. El resentimiento es un mal sentimiento, porque produce amargura y va a interpretar mal todo lo que otra persona hace.

 

 
Cuando bebas agua, recuerda la fuente.  (Proverbio Chino)

La gratitud es una bendición para quien la recibe y para quien la ofrece.  (Lisa Engelhart)

La gratitud es la memoria del corazón.  (J. B. Massiev)

Todo nuestro descontento por aquello de lo que carecemos procede de nuestra falta de gratitud por lo que tenemos.  (Daniel Defoe)

Agradece a la llama su luz, pero no olvides el pie del candil que constante y paciente lo sostiene en la sombra.  (Rabindranath Tagore)

La gratitud muestra el aprecio por un bien o favor recibido

 

Optimismo y pesimismo

Hay personas optimistas y personas pesimistas. Las optimistas ven los aspectos positivos de las cosas, y dejan en un segundo plano los negativos.

Los pesimistas hacen lo contrario. Todo lo ven negro y piensan que las cosas nunca se van a arreglar. Los optimistas creen que se puede cambiar el futuro, los pesimistas que no es posible cambiarlo.

Ahora sabemos que este rasgo tan importante de la personalidad es aprendido, y se puede cambiar. Es una buena noticia, porque con frecuencia nos angustian muchas cosas, y conviene aprender a mirar las dificultades con buen ánimo.

 

 

 

 
¿Se puede aprender a ser optimista?

Pueden darse algunos métodos para dejar de ver las cosas tan negras como algunos las ven. No es tan fácil ponerlas en práctica. Es cuestión de entrenamiento.

 - ¿Cómo explicamos nuestros éxitos o fracasos? El modo en que nos hablamos a nosotros mismos es muy importante.

  ¿Qué pensamos cuando una cosa nos sale mal? ¿Nos damos una explicación exagerada, como, por ejemplo: "es que nunca aprenderé", "es que soy un estúpido", "es que siempre me equivoco", "es que todo me sale mal", "es que no me divierte nada"? Mal hecho. Hay que tener mucho cuidado en utilizar las palabras "soy", "nada", "nunca", "siempre", "nadie", "todos".

   Realmente no somos así. No es verdad que nunca nos salgan las cosas bien. Hay muchas cosas que nos van bien, y debemos fijarnos en ellas para evitar caer en el pesimismo.

 - Conviene discutir las creencias injustas que tenemos sobre nosotros mismos o sobre la realidad. Hay que ponerlas en duda, hay que ser un poco peleones. Prohibido decir "yo no puedo hacerlo", "esto me supera", "yo soy así".

 -  La solución está en no dar más vueltas a las cosas y atrevernos a enfrentarnos con las dificultades, aunque sea poco a poco.

 

 

Sobre el pesimismo


El optimista tiene siempre un proyecto; el pesimista, una excusa.
                                                              (
Anónimo)

El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas.
                                             (
William George Ward)

Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad; un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad.
                                                
(Winston Churchill)