La violencia escolar

Incluye los comportamientos de los alumnos  cuya intención o resultado es dañar a otros alumnos, o a profesores, aprovechándose de la superioridad física o de la ayuda de otros. El daño puede ser físico y/o psíquico, puede ir directamente contra la persona o contra sus bienes, y siempre va contra la dignidad, es humillante. Hay muchas formas de agredir, algunas más graves que otras, pero todas ellas deben quedar claramente prohibidas en las normas de convivencia escolar. Sobre todo debemos evitar el acoso, la violencia continua sobre un alumno con poca capacidad de defenderse.

Es la violencia que sufre un alumno por parte de un compañero o grupo de compañeros, de forma constante, premeditada y a lo largo de mucho tiempo (meses). Las agresiones pueden consistir en motes, insultos, amenazas..., hasta que se produce una agresión física directa. Esto ocasiona, además de los daños físicos un daño gravísimo, porque le humilla y le hace sentirse completamente indefenso. En demasiados casos, el acoso escolar pasa desapercibido para los profesores, porque se produce en los momentos del recreo o a la salida del colegio. Y porque muchos alumnos son testigos, pero no dicen nada.

La indisciplina

Otro problema que afecta negativamente a la convivencia escolar es la falta de disciplina y los comportamientos que interrumpen las clases o perturban la tranquilidad del centro. La convivencia escolar se basa en el respeto hacia los profesores y entre los alumnos, y para ello todos los centros tienen unas normas muy claras, con sus sanciones correspondientes.